La Inteligencia Artificial al rescate del sector inmobiliario
Por: Ricardo Crespo, PhD; co-fundador y asesor científico en NEUREN: AI for Real Estate; profesor Asociado Departamento de Ingeniería Geoespacial y Ambiental, Universidad de Santiago.
Todos sabemos, o al menos lo intuimos, que el mundo de los bienes raíces es un terreno tremendamente complejo y altamente especulativo. Es como un intrincado rompecabezas con innumerables piezas, donde cada una representa dinámicas del mercado tales como: el valor del terreno, los costos de la mano de obra y los materiales de construcción, las características del vecindario, el perfil de los residentes y hasta las preferencias de los clientes.
Pero, no todo termina ahí. Este rompecabezas contiene más piezas aún como son la permisología, las tasas de interés hipotecarias, las políticas monetarias del Banco Central, el IPC, la inversión extranjera y la siempre presente incertidumbre política y económica del país.
Si bien aspiramos a entender este mercado en su totalidad, con todas sus piezas en su lugar correcto, la realidad nos despierta de ese sueño y nos muestra una y otra vez cómo nos equivocamos. Es un mercado en constante cambio, desafiando nuestras percepciones y conocimientos.
Dura realidad a la cual debemos sumarle la necesidad de contar con un alto volumen de datos, para el procesamiento de la información y obtener resultados confiables. Los avances computacionales nos han hecho desde hace mucho tiempo la vida más fácil, sobre todo, para recopilar, almacenar y gestionar los datos, así como también, predecir tendencias del mercado.
Aunque la realidad es que debemos referirnos al intento de predecir tendencias. Siempre recuerdo aquella broma que le hacíamos a los economistas: ustedes se pasan la mitad del año haciendo predicciones de cómo evolucionará la economía y la segunda mitad del año explicando las razones por las que no acertaron en sus predicciones. En nuestro mercado inmobiliario las predicciones tienen altas posibilidades de sufrir el mismo destino.
Pero tenemos buenas razones para estar optimistas, ya que la Inteligencia Artificial (IA) viene a nuestro rescate. La IA es en este momento la mejor herramienta que existe para comprender y predecir indicadores claves del mercado y como consecuencia disminuir considerablemente el riesgo de inversión.
Pero la IA no tiene vida propia, ni puede pretender ser inteligente sin que los mismos actores inmobiliarios le enseñen lo que saben. Es cierto que se nutre de datos para luego procesarlos y entregar recomendaciones a los usuarios, pero la IA a diferencia de otros muchos métodos matemáticos, opera siempre actualizándose bajo la guía humana para interpretar un mercado en constante evolución. Es como el dicho: hoy por mí, mañana por ti.
